DACITA



Las dacitas, cuyo nombre deriva del topónimo Dacia, el antiguo nombre asignado por los romanos a una parte de la Europa oriental (que corresponde a la actual Rumanía), son rocas ígneas que representan los efusivos correspondientes de las granodioritas, rocas intrusivas de quimismo intermedio, pero caracterizadas por un contenido superior en cuarzo.

 

- ASPECTO GENERAL DE LA DACITA -

Las dacitas son rocas efusivas y, como la mayoría de ellas, tienen una típica estructura porfídica, caracterizada por la presencia de numerosos fenocristales que destacan sobre una matriz, llamada afanítica, es decir, sin cristales evidentes, microcristalina (con gránulos de igual tamaño) y a veces

incluso vítrea.

normalmente, las dacitas son rocas compactas y macizas que se caracterizan por un grano medio. Se encuentran también dacitas que presentan una textura fluidal, o sea, una disposición orientada de los cristales de forma alargada, bastante característica en las lavas. Las dacitas son rocas esencialmente monocromas, siendo su color predominante el gris, en tonos no especialmente oscuros.

 

- MINERALES PRINCIPALES Y SECUNDARIOS EN LAS DACITAS - 

Entre los minerales principales contenidos en las dacitas están las plagioclasas sódicas o cálcicas de la serie oligoclasa-anortita (aunque habitualmente faltan los términos con un elevado contenido en sodio, es decir, los cercanos ala oligoclasa)

y el cuarzo (en discreta cantidad), que representan los fenocristales más comunes,

y entre los minerales máficos, de color oscuro y más ricos en hierro y magnesio, predominan la biotita, una mica oscura, y los anfíboles, como la hornblenda.

Entre los minerales accesorios encontramos piroxenos, como la augita o la hiperstena, y sanidina, un feldespato potásico típico de las rocas efusivas.

 


- LOS FENOCRISTALES -

Los fenocristales son cristales que caracterizan la estructura porfídica de muchas rocas efusivas. Tienen dimensiones relativamente grandes respecto a las del resto de los componentes de la roca en la que se halla (que constituyen la llamada masa de fondo o matriz), por lo que son bien visibles. De esta característica deriva su nombre (del griego phainein, aparecer, mostrar). Los fenocristales se han formado en condiciones tales, que tienen un habito regular y bien cristalizado. Cuando el magma sale durante la erupción, ellos están ya presentes y no solidifican bruscamente, como el resto de los minerales, que no tiene tiempo de cristalizarse y constituyen una "pasta" de fondo microcristalina, criptocristalina o vítrea.

 

- PROPIEDADES FISICOQUÍMICAS DE LA DACITA - 

La dacita es una roca bastante pesada, tenaz y resistente al desgaste. Además es poco flexible y poco plática. Las dacitas son poco alterables químicamente por los agentes exógenos a pesar de la presencia de plagioclasas. Éstas, aun estando sujetas a alteraciones químicas que tienen a transformarlas al menos parcialmente en arcillas, tienen tiempos de alteración tan largos que no son significativos.

 


- FORMACIÓN DE LA DACITA - 

Las dacitas son rocas neovolcánicas; se han formado en la superficie terrestre por erupción de masas magmáticas a partir del Terciario, hace unos 65 millones de años. Se trata de rocas de composición química intermedia, caracterizadas por un porcentaje de sílice comprendido entre el 52 y el 65%. Su formación está ligada a un rápido cambio de condiciones ambientales (presión y temperatura), que provoca un enfriamiento brusco de la masa magmática y la consiguiente formación de una textura porfídica. Las dacitas se dan en coladas de lava no muy grandes, y en cúpulas dentro de otras masas efusivas. Están situadas a menudo en los margenes de las placas tectónicas, o sea, las porciones en las que se ha dividido la litosfera terrestre en áreas afectadas por fenómenos eruptivos frecuentes.

 

- DÓNDE BUSCAR Y CÓMO RECONOCER LAS DACITAS - 

Las dacitas son rocas bastante abundantes en todo el mundo, pero en España solamente se encuentra con cierta abundancia en la zona del cabo de Gata.

Las dacitas afloran asimismo en la región de Transilvania, en numerosas islas del Egeo (Grecia), como Santorín (famosa por la devastadora erupción de la antigüedad, Cos y Nísiro, en la zona central de Francia, en el noroeste de Cerdeña y en las islas Eolia, como producto de las ultimas erupciones en Vulcano. También abundan en toda la cordillera de los Andes (Chile, Ecuador y Perú) y en muchas islas del Caribe.