La mineralogía, como las demás ciencias naturales, se basa principalmente en la observación. Al margen de los yacimientos, sólo las colección brindan la oportunidad de disponer de numerosas muestras que permiten estudiar las características y las asociaciones de cada mineral. La labor de crear una colección no es fácil pero, tal vez por su propia complejidad, puede también ser fuente de grandes satisfacciones.
El primer objetivo del mineralogista ha de ser definir su campo de trabajo.
La pretensión de coleccionar todos los tipos de piedras es casi imposible de llevar
a la practica, costoso en términos de tiempo y trabajo e irremediablemente frustrante, dado el gran número de minerales existentes. Por otro lado, una colección que no esté bien definida corre el riego de ser incoherente, mientras que cuanto más organizado esté nuestro trabajo, tanto más satisfactorios serán los resultados.
- ¿ROCAS, GEMAS O MINERALES?
El coleccionista de piedras preciosas puede dedicarse indistintamente al estudio de los minerales, de las rocas o de las gemas. Cada una de estas áreas tiene sus características y presenta ventajas e inconvenientes.
Puede decirse que el campo de colección más asequible en todos los sentidos es el de las rocas, que pueden encontrarse fácilmente por doquier, y que requieren un menor trabajo de organización y preparación de los ejemplares. Sin embargo las rocas son menos vistosas y estéticamente menos atractivas que los minerales.
Por ultimo, el sector de las gemas no está al alcance de todos. Encontrar piedras preciosas, además de ser una empresa ardua, especialmente en países como el nuestro, puede resultar frustrante. El coleccionista de gemas es, por lo menos en España y por evidentes motivos geológicos y geográficos, un coleccionista "estático", obligado a la adquisición o al intercambio de piedras, sin posibilidad de recogerlas sobre el terreno. Por todo ello, las piedras de colección por excelencia son los minerales. Relativamente fáciles de encontrar, están presentes en cualquier área geográfica y su obtención no requiere grandes inversiones.
Por ultimo, casi todos los minerales de colección pueden adquirirse a buen precio e intercambiarse con facilidad.
La colección de minerales es, en definitiva, la "favorita" entre las colecciones de piedras.