FICHAS Y CATALOGAR MINERALES



Una de las primeras y más importantes tareas que el coleccionista de minerales debe abordar es una catalogación de la colección, que debe ser lo más exhaustiva y ordenada posible. El primer paso puede darse de diferentes maneras.

Las operaciones de catalogación representan una "actividad burocrática" que se prefiere aplazar. Pero pronto se constata que la catalogación es una fase decisiva: ayuda a poner orden y constituye una valiosa fuente de información mineralógica.

 

- CRITERIOS BÁSICOS DE CATALOGACIÓN - 

La catalogación presupone la utilización de uno o varios criterios prácticos básicos, que se han de mantener invariables durante toda la actividad coleccionista; modificar dichas modalidades significaría comenzar una nueva colección.

Catalogar las piedras supone numerar, identificar y exponer los ejemplares.

Aunque cada coleccionista puede adoptar un criterio propio, existen procedimientos estándares muy útiles para los principiantes en esta actividad.

Ante todo, es aconsejable desechar cuanto antes los ejemplares que carecen de interés.

La primera operación que se ha de realizar cuando ya se tiene un casa un ejemplar es la de asignarle un número progresivo de catalogo aplicando un adhesivo con el numero en el ejemplar. Algunos prefieren escribir el número en una etiqueta de papel debajo o enfrente del ejemplar una vez colocado en su lugar de exposición.

Después se procede a la catalogación propiamente dicha, que se efectúa utilizando dos criterios complementarios, a los que corresponde dos ficheros: el cronológico y el sistemático.

 

- LA CATALOGACIÓN CRONOLÓGICA -

Se trata de asignar a cada ejemplar un número progresivo que permanecerá fijo para siempre y se utilizará también para la clasificación sistemática, lo que permitirá cotejarlas. El número se asigna una vez estamos en casa y tenemos decidido añadir esa pieza a la colección.

Los datos esenciales y más usados de toda catalogación deben de ser: 

-- Ejemplo --
Nº de Mineral  526 
Mineral Cuarzo rosa
Variedad Cuarzo
Tamaño 8 x 7,4 cm
Color rosa cristalino
Minerales asociados cuarzo ahumado y pirita
Fecha (en la que se consigue el mineral) 25/03/19
Localización Minas Gerais, Brasil
Notas (cualquier detalle que queramos apuntar) comprado en Tucson Show 19

 

Partiendo de estos datos básicos podemos añadirle a nuestra ficha todos aquellos datos que consideremos de nuestra importancia como por ejemplo la formula química, el emplazamiento donde lo tenemos expuesto o guardado, el habito, si tiene matriz o no, fluorescencia, etc.

La catalogación cronológica es útil para recordar cuándo fue recogido el ejemplar en un lugar dado, y saber así si merece la pena volver a dicho lugar o no.

Atención: si se decide eliminar un ejemplar de la colección, el número progresivo no debe eliminarse del fichero hasta que se sustituya por otro nuevo ejemplar.

 

- LA CATALOGACIÓN SISTEMÁTICA - 

La catalogación sistemática acompaña a la cronológica, pero tiene otra finalidad;

la de organizar la colección adoptando unos criterios "científicos" y lógicos.

Se deben utilizar fichas perforadas, en las que se anota el numero asignado a la pieza en la catalogación cronológica. Después se introducen todos los demás datos fundamentales ya utilizados para la catalogación cronológica.

Los criterios que deben adoptarse para la catalogación sistemática son esencialmente dos: el alfabético, que ordena de la <A> a la <Z> todos los ejemplares, y el sistemático propiamente dicho, o clasificador, que es aquel que sigue un criterio de división relaciona con la clasificación cristaloquímica de Strunz. 

En el fichero sistemático tendremos una sucesión de fichas ordenadas alfabéticamente o bien según las clases mineralógicas, pero con números progresivos en orden abierto.

La elección del tipo de catalogación (sistemático o alfabético) depende del tipo de colección que deseemos tener: la catalogación alfabética es ideal para colecciones estéticas, y la sistemática es una elección obligada para las colecciones sistemáticas.

 

- LA CATALOGACIÓN POR EJEMPLAR - 

La catalogación ejemplar a ejemplar es ideal cuando la finalidad de la colección 

es la exposición.

Lo ideal sería confeccionar pequeñas etiquetas adhesivas en las que se consignen de forma detallada los datos esenciales del mineral y colocarlas al pie de los ejemplares para facilitar así su identificación.

En este tipo de catalogación es posible limitarse al número asignado, el nombre

y a la localidad del hallazgo del ejemplar.